CONGRESO DE LA REPÚBLICA: DE MAL EN PEOR
La semana qué pasó, la mayoría fujimorista del Congreso, apoyada por apristas y algunos no agrupados de las filas de Kenji Fujimori, hizo gala de sus más bajos instintos, de su falta de vergüenza y del altísimo nivel de estupidez al que pueden llegar, dándole la espalda al país e ignorando el 77% de desaprobación, que los hace el poder del estado más desprestigiado de todos.
Los desatinos empezaron el día martes (afortunadamente el lunes fue feriado), cuando los fujimoristas de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, con el apoyo del aprista Javier Velásquez Quesquén, no tuvieron ninguna vergüenza en blindar al fiscal de la Nación, Pedro Chávarry y al congresista Héctor Becerril, llegando incluso a desafiar al presidente para que cierre el Congreso. Es decir, un derroche de matonería y falta de respeto, una característica de nuestros actuales congresistas.
Gravísimo este blindaje, sobretodo el que se le ha dado a Chávarry (Becerril caerá en algún momento) porque este ha reconocido no haber dicho la verdad sobre su vínculo con el ex-juez supremo César Hinostroza. O sea, mintió y quien miente, es un mentiroso. Gravísimo también porque existe un informe fiscal que lo involucra como integrante de la banda criminal Los Cuellos Blancos del Puerto. Una persona con estos cuestionamientos, no tiene los méritos ni la calidad moral suficientes para asumir el rol de fiscal de la Nación.
Más adelante veremos que todo se trata de un sucio intercambio de favores entre el fiscal de la Nación, los fujimoristas y los apristas.
El miércoles fue la noticia de la prisión provisional de Keiko Fujimori y lo que vimos ese día fueron los vergonzosos comentarios de los fujimoristas. El peor de todos, el de Luis Galarreta, quien afirmó: "Viene el cierre del Congreso y un golpe de Estado", sugiriendo que se está usando el Poder Judicial para hacer una persecución política a su patrona.
O los de Alejandra Aramayo, quien entre lágrimas y haciendo alarde de toda su huachafería, declaró: "No se puede permitir un abuso de esta naturaleza, quiero levantar mi voz de protesta porque esto no es justo. Esto no se le puede hacer, no solo a una mujer, a una lideresa".
Fue una demostración de falta de inteligencia emocional, de ausencia de profesionalismo y una prueba más de su incapacidad para una posición de tanta responsabilidad, como es la de congresistas de la República.
El día jueves, fueron tres las noticias relacionadas al Poder Legislativo. La primera, la esperada declaración de nulidad, por parte del Tribunal Constitucional, de la llamada "Ley Mulder", que prohibía la publicidad estatal en los medios de comunicación privados.
Lo anticipé en mi artículo del 19 de junio último en Posición.pe: "Los peruanos, mientras tanto, veremos como las partes a favor y en contra se atacan entre sí, como el Tribunal Constitucional pierde su tiempo y nuestro dinero se derrocha en un caso que, a mi modo de ver, no tiene ni pies ni cabeza, mientras hay cientos de asuntos más importantes. Los ciudadanos, sobre todo aquellos que son más vulnerables, no tendrán oportunidad de informarse acerca de campañas de vacunación, contra la anemia, contra el abuso infantil, simulacros de terremoto, etc., salvo que compren el diario El Peruano, escuchen Radio Nacional, vean Canal 7, o accedan a Internet".
El señor Mulder tendría que ser demandado por los peruanos, por todos los gastos que ha ocasionado al Estado y a nosotros, en tiempo y dinero, con su tristemente famosa ley, que por supuesto fue apoyada por los fujimoristas.
La segunda noticia fue la desafortunada aprobación de la polémica norma que favorecería a Alberto Fujimori. El proyecto de ley, presentado por Yeni Vilcatoma, una persona sin valores, que no tiene idea de lo que significa lealtad, que odia a Condorito y que sospecho necesitaría ser medicada por un psiquiatra.
La norma aprobada, obviamente con nombre propio, inexplicablemente fue exonerada de trámite en comisiones, sin recoger la opinión de especialistas y de la segunda votación en el Pleno, beneficiará además de Alberto Fujimori, a Vladimiro Montesinos y a los miembros del Grupo Colina. La señora Luz Salgado, sí, la caserita del SIN, ha tenido el desparpajo de negar que esta iniciativa tenga nombre propio. Es de esperar que el Poder Ejecutivo observe una ley tan mal hecha.
En este punto, vale recordar la palabra de una persona que ha mentido al país y que hoy se encuentra con prisión provisional, quien el 3 de abril de 2016, antes de la segunda vuelta por las elecciones presidenciales, hizo un "Compromiso de Honor con el Perú" y firmó: "No utilizaré el poder político para beneficiar a ningún miembro de mi familia".
Por último y antes de terminar el día, los apristas, desvariando y de la mano del fujimorista Mario Mantilla, presentaron un absurdo proyecto de ley que buscaba revocar el acuerdo sobre la autógrafa que convoca a referéndum para la reforma que establece el retorno al sistema parlamentario bicameral y que prohíbe la reelección inmediata de parlamentarios.
Llegamos al viernes y por suerte se acababa la semana porque, cuántas estupideces más hubiéramos tenido que soportar los peruanos.
Ese día, el fiscal de la Nación, ese indeseable llamado Pedro Chávarry, le devolvió el favor a los fujimoristas y a los apristas, y a cambio de su blindaje, decidió remover de su puesto y despedir a la fiscal adjunta Erika Delgado, quien formaba parte del equipo especial encabezado por José Domingo Pérez, el cual solicitó la detención preliminar de Keiko Fujimori y quien venía investigando la Línea 1 del metro de Lima y al ex presidente Alan García como parte de la investigación del caso Lava Jato. El siguiente paso, no lo dudo, será la destitución del fiscal José Domingo Pérez a quien, de manera absolutamente desproporcionada, ya están acusando de apología del terrorismo y hasta de traición a la patria.
¿Asqueroso verdad?
Finalmente, por suerte para los peruanos, los apristas, ¡qué vergüenza!, anunciaron la decisión de retirar el proyecto de ley presentado el día anterior, antes comentado. Simplemente dijeron que fue un error. Lo cierto es que los apristas no son tontos como los fujimoristas y no dan puntada sin hilo. Presentar un proyecto de ley un jueves para retirarlo un viernes debe tener una doble intención.
¿Qué podemos esperar los peruanos del Congreso de la República? Quisiera decir "de nuestros congresistas" pero no siento, no creo, que ninguno me represente.
Poco sinceramente. Con una mayoría fujimorista que carece de principios morales y éticos, sin educación y que ha demostrado llegar al Congreso en búsqueda de sus propios intereses, no podemos esperar nada. Estamos hartos, cansados de gente como Héctor Becerril, Luis Galarreta, Luz Salgado, Daniel Salaverry, Úrsula Letona, Karina Beteta, Miguel Torres, Rosa Bartra, Milagros Salazar, Lourdes Alcorta, entre otros.
Estamos hartos de los Mauricio Mulder, de los Javier Velásquez Quesquén, de los Yonhy Lescano, de los Víctor Andrés García Belaúnde, quienes atornillados en sus curules, manejan el Congreso como les da la gana.
Nuestros congresistas están en la obligación moral de hacer un ejercicio de reflexión profundo, que asimilen que el país no los quiere, que está harto de su comportamiento y que deben hacer un cambio radical para que su altísimo nivel de desaprobación vaya disminuyendo.Su institución está podrida y esto no es culpa del Poder Ejecutivo, ni es un complot de la prensa, ni de nadie, es culpa de ellos mismos, de su ceguera y de su soberbia.
Es verdad que también hay buenos congresistas y son ellos quienes deben liderar este esfuerzo de cambio. Ahí están por mencionar unos cuantos, Gloria Montenegro, Pedro Olaechea, Gino Costa, Carlos Bruce, Juan Sheput, Jorge del Castillo, Mercedes Aráoz, Alberto De Belaunde, Patricia Donayre, Marisa Glave (a pesar de no compartir sus ideas comunistas),Luciana León o Gilbert Violeta.
Solo el Congreso podrá salvar al Congreso.