¿CÓMO DESTRUIR UN PARTIDO POLÍTICO EN 30 MESES?



Es una ¿lástima? como los peruanos somos testigos, día a día, de la auto destrucción o suicidio del partido Fuerza Popular de Keiko Fujimori.

Este proceso se inició poco antes del 28 de julio 2016, cuando el señor Pedro Pablo Kuczynski, le ganó a Keiko Fujimori la segunda vuelta electoral y la señora no tuvo la mínima cortesía de aceptar los resultados y felicitar al ganador, como es usual en la democracia.

A partir de ahí lo que se vio fue obstruccionismo puro, en medio de una gran mediocridad y pobreza política: El fujimorismo, dueño de la pelota en el Congreso, cual matón que apelaba a su mayoría para hacer lo que les daba la gana, sacó a ministros, sancionó a congresistas sin criterio, a su antojo y a su conveniencia y aprobó o desaprobó leyes según lo que se les vino en gana, al más puro estilo de Montesinos, uno de los grandes inspiradores de la patrona de este partido.

No lo olvidemos, porque es importante recordarlo para entender los motivos de su auto destrucción: Censuraron al ex Ministro de Educación Jaime Saavedra, hoy en el Banco Mundial, en la jefatura en materia de Educación para todo el mundo; interpelaron al ex Ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, hoy Presidente de la República, al ex Ministro de Interior, Carlos Basombrío y después a la ex Ministra de Educación, Marilú Martens, lo cual ocasionó la cuestión de confianza y caída del gabinete Zavala. Tampoco le dieron la confianza al ex Ministro de Economía Alfredo Thorne, provocando su renuncia.

No olvidemos tampoco a la porquería de gente que pusieron en el Congreso, privilegiando los aportes económicos antes que a sus valiosos y leales militantes con los que aún cuentan. Pusieron a un borrachín mediocre como Rolando Reátegui, hoy traidor y colaborador eficaz; a Bienvenido Ramírez, aquél que dijo que la lectura producía Alzheimer; a Nelly Cuadros, aquella que le preguntó a la ex ministra de Salud Patricia García si ella había nacido mujer; a Yesenia Ponce, suspendida ella, quien no pudo demostrar que culminó sus estudios escolares como lo declaró en su hoja de vida, además de que habría adulterado actas con alumnos y profesores “fantasmas”; a Moisés Mamani, ese delincuente mañoso con varias investigaciones de parte de la Fiscalía por robo agravado con crueldad, falsedad ideológica, por delito contra la fe pública, falsedad genérica y lavado de activos, entre otras más, y a matoncitos como Héctor Becerril o el tránsfuga Luis Galarreta, solo por mencionar algunos nombres de sus miembros más conspicuos.

Ni hablar de la trastornada Yeny Vilcatoma, quien sin duda necesita ayuda psicológica y de un nutricionista de manera urgente.



Hoy, después de todo lo mencionado anteriormente y de haber logrado su mayor objetivo: la caida del presidente Kuczynski, vemos a la jefa de este partido en prisión preventiva por 36 meses y a sus conspicuos líderes más perdidos que cuy en tómbola o que huevo frito en cebiche.

Por un lado, vemos al vocero de Fuerza Popular, Carlos Tubino, declarando sandeces a diestra y siniestra, dando penosas muestras de senilidad y sin duda avergonzando a su alma mater, la Marina de Guerra del Perú. El señor Tubino, cada vez que toma la palabra en el Congreso, debería recordar que al frente suyo, hay una curul que pertenece a nuestro héroe Miguel Grau Seminario.

Vemos también a la señora Luz Salgado, ex-caserita del SIN y vocera alterna, rasgándose las vestiduras cuando el congresista Alberto de Belaunde  les  dijo “Lamento que el pacto de impunidad del fujimorismo con el fiscal de la Nación se mantenga. Es una vergüenza que esta bancada esté dándole la espalda al país… El país reclama que el congreso escuche a la ciudadanía”. Tremenda verdad y más aún cuando siguen blindando al delincuente Pedro Chávarry.

Y en todo este caos, el jóven manos de tijeras Luis Galarreta que no da la cara, Karina Beteta desvariando todos los días al igual que Milagros Salazar. Héctor Becerril se encuentra desaparecido, seguramente tratando de arreglar sus chanchullos en el norte.

La novia de Chucky, Rosa Bartra, un personaje realmente siniestro, sigue sintiéndose la única dueña de la verdad y en toda esta crisis, dice y se desdice según le vaya acomodando.

Miki Torres, el señorito K, renunció a encabezar el Comité de Emergencia del partido por considerar que ya había cumplido su función. ¿De qué reorganización hablamos si todo sigue siendo lo mismo y en manos de las mismas personas?

Y Úrsula Letona, tan inmoral, con eso de que se va y no se va...

Es decir, si su jefa está presa, si no hay nadie que pueda reemplazarla, si son conscientes de que están perdiendo el control del Congreso y arruinando a su partido, entonces respiren hondo y sean prudentes.

Los denominadores comunes en el caso de Fuerza Popular han sido, primeramente la falta de educación, luego la falta de cultura política, la soberbia y la ambición. Desafortunada o afortunadamente seguirán en la misma ruta porque no hay peor ciego que el que no quiere ver...

Y sin embargo, al igual que el aprismo, el fujimorismo no morirá ni seguirá muriendo.

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