ENTRE LANGOSTAS Y MEZQUINDADES
El siguiente es un cuento que escuché cuando viví en Colombia hace algunos años, el de las langostas colombianas y que perfectamente podría llamarse el de las langostas peruanas.
Dice el cuento que un pescador tiene unas langostas en un balde y ellas no se salen, entonces pasa un transeúnte y le pregunta ¿Cómo haces para que esas langostas tan grandes no se te salgan de ese balde tan pequeño? El pescador le contesta: Es que estas langostas son colombianas, cuando una trata de salir del balde las otras no la dejan.
Este cuento lamentablemente refleja una de las características de nuestra idiosincrasia más nocivas y es la tendencia a echarle barro a todo el que surge, a todo funcionario recién nombrado o elegido. Nos encanta criticar antes de tiempo, sin haber dado el tiempo mínimo para que se pueda demostrar algo. Nos encanta ver el punto negro en la pared blanca.
Pruebas al canto. El último 30 de enero el Pleno del Congreso aprobó una resolución legislativa que autorizaba el viaje del presidente de la República, Martín Vizcarra, a Portugal y España, con la finalidad de realizar una visita de Estado a dichos países. Con votación de la mayoría de congresistas se autorizó la salida del territorio nacional del Mandatario del 24 de febrero al 3 de marzo de 2019.
En Portugal sostendría reuniones con su homólogo Marcelo Rebelo de Sousa, el primer ministro Antonio Costa, así como con altas autoridades de la Asamblea de la República y de la Cámara Municipal de Lisboa. Asimismo, participaría en un foro empresarial, cuyo tema central sería Perú, con el objetivo de promover a nuestro país como un destino de oportunidades para las inversiones, el turismo y la cultura.
Por su parte, en España el Jefe de Estado tenía previsto reunirse con el rey Felipe VI y con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, con quienes participaría en la inauguración de la Feria ARCO Madrid 2019.
Tendría previsto, además, una reunión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y con altas autoridades del Congreso de los Diputados. Igualmente, inauguraría un roadshow de inversiones, organizado por lnPerú, dirigido a directivos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y cuyo objetivo era promover la imagen del Perú en España como un destino atractivo para la inversión extranjera.
¿Poca cosa?
Para los que no lo saben, los resultados de la presencia del Perú, tanto en la feria madrileña que culminó como fuera de ella, superó cualquier pronóstico.
La organización de un viaje como estos, para los ignorantes, requiere de meses de coordinación entre cancillerías y muchas instituciones pero, ¿qué fue lo que hicieron nuestras langostas? Comenzando por los congresistas que votaron y aprobaron este importante viaje: Criticar lo inoportuno del viaje del presidente y su comitiva en momentos en que se daban algunas lluvias e inundaciones en el norte y sur del país, como todos los años en esta época. Los mismo con periodistas y politólogos que hasta criticaron que nuestro mandatario vista de frac. Pobres ellos, se creen educados, pero son gente, tal vez envidiosa o acomplejada, que no tiene idea de lo que es el protocolo.
Ante la avalancha estúpida de críticas el presidente se vio forzado a adelantar su regreso un par de días y, ¿qué pasó? ¿acaso cesaron las lluvias? ¿acaso se acabaron los huaicos?
Pero no, lo que le gusta a nuestro populacho es un presidente como Alberto Fujimori, que se hundía en el barro para salir en la foto. ¿Saben dónde está hoy Alberto Fujimori? Cumpliendo condena en una prisión.
Algo similar ha sucedido con el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, quien recién se estrenó en el puesto hace menos de dos meses, con un proceso de transferencia que merecería meter preso al sinvergüenza de Luis Castañeda y a sus secuaces. Nuestro alcalde y su equipo, ¡que duda cabe!, todavía no pueden terminar de entender los entuertos y muertos que le ha dejado la anterior administración, pero las langostas ya lo están destrozando porque no ha hecho nada. ¡Ni siquiera ha cumplido dos meses!
Por último, la semana que pasó Salvador del Solar juró como primer ministro. No habían pasado 24 horas de su nombramiento, el hombre probablemente ni siquiera había tomado posesión de sus nuevas oficinas y una gran parte de congresistas, políticos, politólogos, opinólogos, periodistas y empresarios ya lo habían destrozado con sus comentarios, lo mismo que a muchos de los nuevos ministros.
Peruanos, dejemos de comportarnos como las langostas en el balde, dejemos de ser mezquinos. Hagámoslo por nuestro país.