EN DEFENSA DEL VOTO ELECTRÓNICO
No es que sea un tema de moda o de carátulas como podrían ser la reforma política planteada por el Poder Ejecutivo a raíz de las iniciativas del trabajo encargado a la comisión Tuesta, la prisión preventiva de Susana Villarán, los aportes de OAS a Luis Castañeda, el tema de los peajes, el blindaje del Kongreso al fiscal Pedro Chávarry o en general, la sensación de inseguridad en nuestra ciudad.
Sucede que en el Congreso, en la Comisión de Constitución presidida por la señora Rosa Bartra, se está debatiendo un dictamen que pretende eliminar la implementación del voto electrónico en nuestro país. Afortunadamente este quedó en suspenso debido a las críticas, lo que motivó que la novia de Chucky, se comprometa a mejorar la propuesta con la inclusión de elementos de convicción de parte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
La iniciativa, promovida por la señora Lourdes Alcorta, dice que "el voto electrónico es una herramienta poco amigable" que genera dificultades al momento de emitir el voto, induciendo al error a la población, "sobre todo a la de los sectores más vulnerables". Afirmación absurda y ridícula que tal vez podría comprenderse de una persona ignorante de la tecnología, que no sepa prender una tostadora, que no sepa como abrir el grifo de agua caliente o, en todo caso, que cree que los ladrones son todos de su misma condición.
Si bien la primera vez que usamos el voto electrónico fue en el año 2013 en el distrito de Santa María del Mar para la elección de los 22 regidores que debían reemplazar a los que habían sido revocados, la informática en los procesos electorales se viene utilizando en el país por lo menos desde hace más de 30 años de manera exitosa para la transmisión y consolidación de la información de las diferentes mesas y centros de votación de todo el Perú. En el mundo, desde la década de 1960. Yo mismo participé en el equipo que procesó los resultados para la elección del Congreso Constituyente en 1992 desde el Centro de Cómputo del Jurado Nacional de Elecciones en el local del Jirón Nazca.
En las últimas Elecciones Regionales y Municipales de octubre del 2018 el voto electrónico se implementó exitosamente en 21 distritos de Lima, 2 del Callao y 16 jurisdicciones del interior, es decir, 39 circunscripciones electorales.
Es importante mencionar que ante las críticas al Sistema de Voto Electrónico, la ONPE organizó, antes de las elecciones del año pasado, el evento Hackathon 2018, por el cual el sistema soportó durante tres días ataques informáticos. El resultado del evento fue que no se pudo quebrar la seguridad del sistema.
Es comprensible entonces, pero inaceptable también, que haya personas como Lourdes Alcorta o Rosa Bartra que se opongan al uso de la tecnología, si el par de neuronas con las que cuentan seguramente confunden los términos Hackathon y Reggaeton.
La ONPE ha dicho que el dictamen que plantea derogar el voto electrónico presencial no solo carece de la opinión técnica de las entidades del sistema electoral, sino de organizaciones como la Asociación Civil Transparencia o Idea Internacional. Asimismo, de la OEA y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales.
El mundo avanza a introducir tecnología en diversos campos de la actividad privada y pública y debemos aceptarlo. En cuanto a los procesos electorales, la recomendación de los expertos es avanzar con calma, como lo venimos haciendo en Perú y en muchos otros países, introduciendo este mecanismo de manera gradual, en la medida que se pueda.
Si bien la primera vez que usamos el voto electrónico fue en el año 2013 en el distrito de Santa María del Mar para la elección de los 22 regidores que debían reemplazar a los que habían sido revocados, la informática en los procesos electorales se viene utilizando en el país por lo menos desde hace más de 30 años de manera exitosa para la transmisión y consolidación de la información de las diferentes mesas y centros de votación de todo el Perú. En el mundo, desde la década de 1960. Yo mismo participé en el equipo que procesó los resultados para la elección del Congreso Constituyente en 1992 desde el Centro de Cómputo del Jurado Nacional de Elecciones en el local del Jirón Nazca.
En las últimas Elecciones Regionales y Municipales de octubre del 2018 el voto electrónico se implementó exitosamente en 21 distritos de Lima, 2 del Callao y 16 jurisdicciones del interior, es decir, 39 circunscripciones electorales.
Es importante mencionar que ante las críticas al Sistema de Voto Electrónico, la ONPE organizó, antes de las elecciones del año pasado, el evento Hackathon 2018, por el cual el sistema soportó durante tres días ataques informáticos. El resultado del evento fue que no se pudo quebrar la seguridad del sistema.
Es comprensible entonces, pero inaceptable también, que haya personas como Lourdes Alcorta o Rosa Bartra que se opongan al uso de la tecnología, si el par de neuronas con las que cuentan seguramente confunden los términos Hackathon y Reggaeton.
La ONPE ha dicho que el dictamen que plantea derogar el voto electrónico presencial no solo carece de la opinión técnica de las entidades del sistema electoral, sino de organizaciones como la Asociación Civil Transparencia o Idea Internacional. Asimismo, de la OEA y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales.
El mundo avanza a introducir tecnología en diversos campos de la actividad privada y pública y debemos aceptarlo. En cuanto a los procesos electorales, la recomendación de los expertos es avanzar con calma, como lo venimos haciendo en Perú y en muchos otros países, introduciendo este mecanismo de manera gradual, en la medida que se pueda.