HABLANDO DE ORGANIZACIONES CRIMINALES
La semana que pasó, la Comisión de Levantamiento de Inmunidad del Congreso presidida por la congresista Luciana León (Apra) aprobó el informe que recomendaba declarar improcedente el pedido del Poder Judicial para quitarle el fuero a la congresista Betty Ananculi (Fuerza Popular).
A favor de la improcedencia, o de un nuevo blindaje, votaron los legisladores Octavio Salazar, Tamar Arimborgo, Carlos Tubino, Marco Miyashiro y Wiulian Monterola (no es un error de ortografía, es Wiulian). Todos ellos de Fuerza Popular.
En contra votaron Alberto Quintanilla (Nuevo Perú), Marco Arana (Frente Amplio), Jorge Meléndez (PpK) y César Vásquez (APP). Edmundo del Águila (Acción Popular) inexplicablemente votó en abstención.
Como es ya conocido, había un pedido del Poder Judicial para procesar a esta legisladora de Fuerza Popular por presuntamente haber consignado información falsa en su hoja de vida. Las dudas sobre los estudios superiores de esta tramposa legisladora, no son pocas, abundan, pero una vez más, la mafia fujimorista optó por blindar a la cochinada que llevó al Parlamento.
Recordemos: En el año 2016, cuando esta mentirosa fujimorista postuló al Congreso, colocó en su hoja de vida que había cursado estudios técnicos en el instituto Alas Peruanas de Ica, entre los años 2011 y 2013 pero, curiosamente, en el año 2014, cuando tentó a una regiduría provincial, presentó el mismo documento en el que, por el contrario, sostenía que "no contaba con educación técnica". El Ministerio Público, por el contrario, cuenta con varias pruebas que contradicen la versión deesta sinvergüenza la legisladora.
Entre estas, según lo que menciona el diario El Comercio, está el hecho de que al menos 22 de sus supuestos profesores han negado ante las autoridades haberle dictado clases a ella o a sus "compañeritos"’ de curso. De hecho, estos docentes han denunciado que sus firmas –que aparecen en las actas consolidadas de evaluación de la fujimorista– han sido falsificadas de manera grosera. Inclusive, uno de los supuestos profesores ha demostrado ante la fiscalía que en los años en los que, en teoría, enseñó a la legisladora (2011-2013), ya había dejado de laborar en la institución.
Desgraciadamente para esta supuesta organización criminal que es Fuerza Popular, las irregularidades de su dignísima representante, madre de la patria, no se detienen aquí y es que la identidad de sus supuestos compañeros de carpeta es también confusa. Según la fiscalía, cinco de ellos han resultado siendo parientes entre sí y, al mismo tiempo, familiares de quien administraba el instituto por aquellos años. En el colmo de la burla a los peruanos, se ha encontrado que uno de los compañeritos de la congresista Ananculi, Jason Caballero Euribe, tenía apenas 14 años cuando supuestamente compartía clases con esta congresista. O sea, llevaba estudios superiores cuando por su edad debía estar cursando el cuarto de secundaria.
Es decir, una delincuente más en el Congreso, pagada con nuestros impuestos, además de los que ya conocemos como Daniel Salaverry, Luz Salgado, Maritza García, Héctor Becerril, Moisés Mamani, Osías Ramírez, Guillermo Bocángel, Yesenia Ponce, Rolando Reátegui, Guillermo Martorell, Bienvenido Ramírez, Joaquín Dipas y otros indeseables, todos ellos puestos por Fuerza Popular.
Sin duda, a esta lista tendríamos que agregarle a Karina Beteta, cuyo comportamiento, actitudes y constantes faltas de respeto a sus colegas parlamentarios, al presidente del Congreso o al mismo presidente de la República la pintan como una callejonera de quinta. También a esa malcriada y mal educada llamada Milagros Salazar y al intrigante Marco Miyashiro, cuyos métodos montesinistas dejan mucho que desear.
La pregunta que toca hacerse es ¿cuál es el interés de esta banda, de por sí, sumamente desprestigiada y devaluada, para evitar una investigación y blindar a Betty Ananculi, ante la abundancia de indicios? ¿Sabrá algo que los fujimoristas no quieren que se conozca?
No está demás recordar que esta comisión, de mayoría fujimorista y presidida por sus socios del Apra, fue la misma que dilató al máximo el trámite de la inmunidad de arresto del hoy prófugo de la justicia Edwin Donayre.
Queda claro que habrá que buscar las razones que motivaron a estos congresistas que protegieron con su voto a la señora Ananculi bajo las órdenes de sus partidos, entre los expertos estudiosos del comportamiento de bandas criminales.
Mi padre solía repetirme de manera constante ese viejo dicho "Dime con quién andas y te diré quien eres". En este caso, quien blinda a un delincuente, es un delincuente.
Mientras tanto, es verdad, por lo que le corresponde al Poder Ejecutivo, el país crece al 0.02%, Tía María no se aprueba, la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez no avanza, lo mismo que el aeropuerto de Chinchero en Cuzco, la Línea 2 del Metro está estancada, así como la reconstrucción del norte, entre otros muchos proyectos importantes. Si parece más importante el mancillar el uniforme del glorioso Ejército del Perú con mandilitos. Y ojo, no es la crítica al fondo de la campaña que promueve el Ministerio de la Mujer o el color, porque el mandil puede ser azul, verde, morado, naranja, rosado o el que fuere, pero el uniforme se respeta, igual que la bandera y cualquier otro símbolo patrio.
Y si de reconstrucciones y organizaciones criminales se trata, ¿qué dicen los señores Mulder, del Castillo y Velásquez Quesquén acerca de la interminable reconstrucción de Pisco, después de 12 años? ¿O solo son buenos para mirar la paja en el ojo ajeno?
Recordemos: En el año 2016, cuando esta mentirosa fujimorista postuló al Congreso, colocó en su hoja de vida que había cursado estudios técnicos en el instituto Alas Peruanas de Ica, entre los años 2011 y 2013 pero, curiosamente, en el año 2014, cuando tentó a una regiduría provincial, presentó el mismo documento en el que, por el contrario, sostenía que "no contaba con educación técnica". El Ministerio Público, por el contrario, cuenta con varias pruebas que contradicen la versión de
Entre estas, según lo que menciona el diario El Comercio, está el hecho de que al menos 22 de sus supuestos profesores han negado ante las autoridades haberle dictado clases a ella o a sus "compañeritos"’ de curso. De hecho, estos docentes han denunciado que sus firmas –que aparecen en las actas consolidadas de evaluación de la fujimorista– han sido falsificadas de manera grosera. Inclusive, uno de los supuestos profesores ha demostrado ante la fiscalía que en los años en los que, en teoría, enseñó a la legisladora (2011-2013), ya había dejado de laborar en la institución.
Desgraciadamente para esta supuesta organización criminal que es Fuerza Popular, las irregularidades de su dignísima representante, madre de la patria, no se detienen aquí y es que la identidad de sus supuestos compañeros de carpeta es también confusa. Según la fiscalía, cinco de ellos han resultado siendo parientes entre sí y, al mismo tiempo, familiares de quien administraba el instituto por aquellos años. En el colmo de la burla a los peruanos, se ha encontrado que uno de los compañeritos de la congresista Ananculi, Jason Caballero Euribe, tenía apenas 14 años cuando supuestamente compartía clases con esta congresista. O sea, llevaba estudios superiores cuando por su edad debía estar cursando el cuarto de secundaria.
Es decir, una delincuente más en el Congreso, pagada con nuestros impuestos, además de los que ya conocemos como Daniel Salaverry, Luz Salgado, Maritza García, Héctor Becerril, Moisés Mamani, Osías Ramírez, Guillermo Bocángel, Yesenia Ponce, Rolando Reátegui, Guillermo Martorell, Bienvenido Ramírez, Joaquín Dipas y otros indeseables, todos ellos puestos por Fuerza Popular.
Sin duda, a esta lista tendríamos que agregarle a Karina Beteta, cuyo comportamiento, actitudes y constantes faltas de respeto a sus colegas parlamentarios, al presidente del Congreso o al mismo presidente de la República la pintan como una callejonera de quinta. También a esa malcriada y mal educada llamada Milagros Salazar y al intrigante Marco Miyashiro, cuyos métodos montesinistas dejan mucho que desear.
La pregunta que toca hacerse es ¿cuál es el interés de esta banda, de por sí, sumamente desprestigiada y devaluada, para evitar una investigación y blindar a Betty Ananculi, ante la abundancia de indicios? ¿Sabrá algo que los fujimoristas no quieren que se conozca?
No está demás recordar que esta comisión, de mayoría fujimorista y presidida por sus socios del Apra, fue la misma que dilató al máximo el trámite de la inmunidad de arresto del hoy prófugo de la justicia Edwin Donayre.
Queda claro que habrá que buscar las razones que motivaron a estos congresistas que protegieron con su voto a la señora Ananculi bajo las órdenes de sus partidos, entre los expertos estudiosos del comportamiento de bandas criminales.
Mi padre solía repetirme de manera constante ese viejo dicho "Dime con quién andas y te diré quien eres". En este caso, quien blinda a un delincuente, es un delincuente.
Mientras tanto, es verdad, por lo que le corresponde al Poder Ejecutivo, el país crece al 0.02%, Tía María no se aprueba, la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez no avanza, lo mismo que el aeropuerto de Chinchero en Cuzco, la Línea 2 del Metro está estancada, así como la reconstrucción del norte, entre otros muchos proyectos importantes. Si parece más importante el mancillar el uniforme del glorioso Ejército del Perú con mandilitos. Y ojo, no es la crítica al fondo de la campaña que promueve el Ministerio de la Mujer o el color, porque el mandil puede ser azul, verde, morado, naranja, rosado o el que fuere, pero el uniforme se respeta, igual que la bandera y cualquier otro símbolo patrio.
Y si de reconstrucciones y organizaciones criminales se trata, ¿qué dicen los señores Mulder, del Castillo y Velásquez Quesquén acerca de la interminable reconstrucción de Pisco, después de 12 años? ¿O solo son buenos para mirar la paja en el ojo ajeno?