VIZCARRA: ¿PRESIDENTE O AGITADOR?




Nadie podría poner en duda que este es uno de los peores congresos que hemos tenido, sino el peor. Según la última encuesta de Ipsos (setiembre 2019), un 78% de los encuestados desaprueba la gestión de este poder del estado, un 60% desaprueba la gestión del señor Pedro Olaechea, que tiene menos de dos meses en la posición y un 70% está a favor de la propuesta del presidente Vizcarra de adelantar las elecciones presidenciales y parlamentarias para el 2020.

Por el lado del Poder Ejecutivo, el presidente Vizcarra cuenta aún con un importante 48% de aprobación y 43% de desaprobación.

A pesar de la notoria ventaja, que el presidente no ha sabido capitalizar, este ha decidido abdicar a sus responsabilidades de jefe de estado, a las que se comprometió al aceptar formar parte de la plancha presidencial de Pedro Pablo Kuczynski y ha optado por transformarse en un agitador por calles y plazas, dejando las riendas de nuestro país en manos de quien sea.

Yo no sé si el señor Vizcarra lee los diarios, parecería que solamente escucha a sus mediocres asesores, pero debería entender que las relaciones entre poderes no son sencillas y se requieren habilidades de negociación, que evidentemente él no tiene, ni sus ayayeros chupamedias. Ahí están Donald Trump siempre jaqueado por los demócratas del Congreso de los Estados Unidos; David Cameron, Primer ministro del Reino Unido, en una relación complicadísima con el Parlamento de Inglaterra por el tema del Brexit o el presidente de Francia Emmanuel Macron que día a día enfrenta a esa lacra de los chalecos amarillos pero ahí está, enfrentando sus responsabilidades. Claro está, estoy hablando de ligas mayores, no de la experiencia que pueda tener el ex gobernador de Moquegua.



El presidente, ignorando la independencia de poderes en el Estado, considera y ha decidido que este mes de setiembre debe aprobarse en el pleno del Congreso de la República el proyecto de ley para adelantar las elecciones generales al 2020.

"Esperemos que en los próximos días, antes de que concluya el mes de setiembre, finalmente se llegue a la decisión del pleno del Congreso. No solo es una propuesta del Ejecutivo para salir del entrampamiento político, sino que la propia población la respalda mayoritariamente", afirmó.

Días antes, en un discurso que brindó como parte de las celebraciones por el 90 aniversario de la reincorporación de Tacna al Perú dijo de manera más irresponsable aún, "Hoy lo repito: no nos van a doblegar, no nos van a ganar porque estamos del lado correcto, estamos al lado del pueblo que es honesto. En el pueblo nos apoyamos, al pueblo se le escucha y al pueblo se le respeta".

Respaldo totalmente la opinión del ex titular del Tribunal Constitucional, Carlos Mesía, quien dijo que "al pueblo no se le hace caso, sino se le gobierna". Y es que, es mi opinión, al pueblo se le hace caso en las urnas para que elija a sus representantes y debe hacerse responsable de sus actos. De otro modo viviríamos en medio de la demagogia,  la anarquía y el caos.

¿Y qué va a pasar el 1ero de octubre cuando, evidentemente, el Congreso no haya tomado ninguna decisión porque nadie le puede poner plazos?

¿Hará una cuestión de confianza? No puede pues, porque su proyecto de ley, precisamente, no está referido a políticas de su gestión, que es lo que nuestra Constitución Política establece, sino a un capricho.

¿Enviará los tanques a la Plaza Bolívar? Parecería que nuestras FF.AA. ya tomaron una posición y no respaldan la ineptitud del presidente. 

Es decir, mañana tenemos a Andrés Hurtado "Chibolín", Antauro Humala o Verónika Mendoza como presidentes (cualquier cosa puede pasar en este país), se les ocurre modificar la Constitución Política para que el período presidencial sea de 10 o 20 años, para que se restituya la pena de muerte, estatizar las clínicas privadas y los colegios particulares o cualquier otro disparate y ¿el Congreso tiene que aceptarlo? ¡Por favor! Para eso está la independencia de poderes.

Qué lástima por el presidente, el mismo que hace poco se puso de rodillas ante el gobernador de Arequipa por el tema Tía María, quien con su actitud estúpida y de agitador se ha puesto en un nivel más bajo que el del propio Congreso. Lástima también por sus ministros que debieron ponerle el "pare" y no han renunciado aún.

Señor Vizcarra, si no quiere gobernar, si no quiere asumir la responsabilidad que el país le encargó y usted aceptó y juró ante Dios, renuncie y váyase a su casa. Estoy seguro que la señora Mercedes Aráoz lo haría mil veces mejor que usted. Los peruanos sabremos convivir un año más con la porquería que elegimos para el Congreso.

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