¡QUÉ LINDA ES MI GENTE!



Foto del diario El Comercio

La semana que pasó los seres humanos fuimos testigos de la porquería de civilización que somos. Muy probablemente lo seguiremos viendo en los próximos días.

La histeria colectiva de la que estamos siendo testigos, no solo en nuestro país, nos mostró que somos la peor especie de este planeta, peor que las ratas o las cucarachas. Las otras especies se cuidan entre ellas, mientras nosotros nos empecinamos en destruirnos. Qué vergüenza de pertenecer a este grupo; tal vez hubiera preferido no existir, no nacer, o haber sido una malagua, antes que ser parte de esta de esta civilización de mierda.

Creí que había visto todo: Barras bravas en los estadios, los desmanes ocasionados por los chilenos hace unas semanas destruyendo las ciudades que con tanto esfuerzo forjaron, las manifestaciones de las feminazis con sus horribles tetas al aire, entre otros. Pero lo que hemos visto en los últimos días en diferentes supermercados, a los que se supone acude gente con cierto nivel cultural es algo que no tiene nombre. Queda demostrado que la ignorancia no es un rasgo exclusivo de los más pobres.

La semana que pasó hemos visto a gente imbécil, bajo todo punto de vista, insolidaria, egoísta, inmadura e irracional, acaparando productos de higiene y de primera necesidad. Esta amebas de una sola neurona solo han logrado, que por la ley de la oferta y la demanda, se cree una escasez artificial y un alza de precios injustificada, que por supuesto perjudica a los más pobres.

Las sociedades suelen conocerse en tiempos de crisis, cuando los individuos dejan de pensar en su propio beneficio para actuar buscando el bienestar de su colectividad, con el fin de que puedan enfrentar las amenazas que como conjunto deben enfrentar. Pero en fin, me refiero a lo que suelo ver en canales de televisión  como Animal Planet o National Geographic, no sobre lo que pasa en nuestra sociedad.

En estos tiempos difíciles toca que nos comportemos de manera seria, que empecemos a reaccionar como una sociedad madura e integrada, orientada a la búsqueda del bien común. Mantengamos la calma y abandonemos ese egoísmo paranoico e histérico, producto de la desinformación y del mal uso de las redes.

Con respecto a todos esos imbéciles que salieron a abarrotarse de papel higiénico, su único error fue haber nacido.

Entradas más populares de este blog

EN UN PAÍS LLENO DE CHICHARRONES

¡AY! UNA MÁS DE LOS CAVIARES

LO QUE NOS ESPERA EL 2025