VIZCARRA: PAYASO, POPULISTA Y POPULACHERO




No debería sorprendernos que el presidente Vizcarra nos haya regalado recientemente algunas funciones de circo:

La primera, el 28 de febrero, cuando aprovechando de su tiempo libre asistió a la entrega de credenciales a los congresistas electos en los comicios del pasado 26 de enero. ¿A santo de qué? ¿Dónde quedó la independencia de poderes? ¿O es que el señor cree que este Congreso electo el pasado 26 de enero le pertenece y que con su presencia les va a meter presión? ¿No tiene cosas más importantes que hacer que tomarse fotos con los recién elegidos congresistas?

La segunda función, de gala realmente, se dio el último viernes cuando, en cadena nacional, el presidente dio un mensaje a la nación anunciando la confirmación del primer caso de Coronavirus COVID-19 en el Perú, al lado de la ministra de Salud Elizabeth Hinostroza, que por supuesto no tenía micrófono. Es decir, siendo la máxima autoridad de salud en el país, estuvo de adorno, cual maceta.

El presidente no ha dado un mensaje a la nación por el dengue (15 muertos en lo que va del año), por los 30 casos de feminicidio que hemos tenido en los dos primeros meses del año; por el problema de la tuberculosis, donde deshonrosamente somo el país de América Latina con más enfermos de la TBC multirresistente y la extremadamente resistente, por encima de Haití y Venezuela. Tampoco ha dado ningún mensaje a la nación por el problema de la anemia que flagela a nuestros niños en situación de pobreza, ni por el innegable crecimiento de la delincuencia y de la ineptitud del Ministerio de Interior, y por supuesto su ministro, para combatirlo. Menos aún por nuestra recesada economía.

¿Y entonces, por qué un mensaje a la nación por el Coronavirus COVID-19 y no por los otros gravísimos problemas que tenemos? Simplemente porque a nuestro presidente payaso, populista y populachero le gusta el espectáculo, le gusta el show. Esta pandemia tiene mucha atención de los medios y del público, mientras que los problemas antes mencionados prefiere esconderlos debajo de la alfombra.

Lo peor de todo es que el presidente Vizcarra mintió al país. En su mensaje afirmó que se han tomado “todas las medidas”. El Ministerio de Salud, a su vez, ha dicho que una medida importante es lavarse las manos, ¡Wow, gran contribución! Estimado lector, todos sabemos que en los hospitales del Minsa no hay jabón, menos papel toalla y en las escuelas públicas ni siquiera agua. En el sector Educación, de los 54,890 colegios nacionales que existen en el Perú, el 30% (cifras oficiales), presenta problemas de infraestructura. Es decir, aproximadamente 17,000 colegios tienen carencias de aulas apropiadas, patios limpios, energía eléctrica, infraestructura sanitaria (léase baños, agua, jabón, papel higiénico) y acceso a Internet.

Pero, ¿qué podría sorprendernos de nuestro presidente payaso? ¿Cuál es su concepto de moral? ¿Qué es para el lo legal o ilegal? ¿Cuál es su concepto de corrupción o decencia?

Recordemos, Vizcarra, el paladín de la "anticorrupción", cuestionado por el aeropuerto de Chinchero y el "Club de la Construcción"despidió por Twitter al entonces ministro de Justicia Salvador Heresi, quien ni de lejos es santo de mi devoción, a los pocos minutos de revelarse unas conversaciones inocuas que había mantenido con el delincuente César Hinostroza. Un caso similar ocurrió con el ex-ministro de  Vivienda y Construcción, Carlos Bruce. El asunto es, como se está comprobando día a día, que Vizcarra y su chupamedias Vicente Zeballos, necesitan en el Consejo de Ministros a gente obsecuente, permisiva o con ansias de poder.

Y sin embargo ahí tuvo a Edmer Trujillo, su dos veces ex-ministro de Transportes y Comunicaciones, cuestionado por la tragedia del terminal informal de Fiori que produjo 17 muertos y 14 heridos, su extraña defensa del "Club de la Construcción" y sospechoso de irregularidades en torno a  la construcción del Hospital Regional de Moquegua.

También estuvieron el ex-ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Jorge Meléndez, quien debió renunciar por presunto favorecimiento para que la madre de su hijo trabaje en el Estado; la ex-ministra de Salud, Zulema Tomás, involucrada en presuntos conflictos de interés pues habría hecho uso de su influencia para apoyar a los padres de la enamorada de su hijo; Francisco Petrozzi (no Francesco), por el despido intempestivo del presidente del directorio de IRTP, Hugo Coya, mientras este se encontraba de viaje en Europa; el ex-ministro Juan Carlos Liu Yonzen, entonces ministro de Energía y Minas, forzado a dimitir, luego de descubrirse que había hecho consultorías a la cuestionada constructora brasileña Odebrecht, entre otros.

Inexplicablemente mantiene en su gabinete a la ministra de Energía y Minas, Susana Vilca, vinculada con la minería ilegal y la depredación del medio ambiente y a los ministros Carlos Lozada y Rocío Barrios (Transportes y Comunicaciones y Producción respectivamente), ambos con investigaciones fiscales y la segunda incluso con un pedido de prisión de nueve años.

Ninguno de estos ministros ha sido interpelado o censurado por el Congreso de la República, puesto que este fue disuelto por el presidente Vizcarra, insisto, de manera inconstitucional.

Dos payasadas más de nuestro elocuente e ignorante presidente: Una, su desconocimiento acerca de nuestra Constitución y de los tratados internacionales, de lo que es ser jefe de Estado (el presidente) y de lo que es ser jefe de Gobierno. La otra, afirmar que la pena de muerte para quienes incurran en delitos contra la mujeres, como feminicidas y violadores, se debe “evaluar”, a fin de determinar si es una medida disuasiva. Vergonzoso.

Como bien decía un amigo mío, no debería extrañarnos que en los próximos días nuestro presidente de un mensaje a la nación anunciando el despido del Zorro Zupe  y el fin del programa Válgame, por supuesto, al lado de la ministra de Cultura, quien no tendrá micrófono y estará de adorno.

Nos queda soportarlo 1 año, 4 meses, 2 semanas y 4 días. 

Entradas más populares de este blog

EN UN PAÍS LLENO DE CHICHARRONES

¡AY! UNA MÁS DE LOS CAVIARES

LO QUE NOS ESPERA EL 2025