¡POBRE PERÚ!
Antes de empezar este artículo quisiera hacer un disclaimer, en el cual hago una invocación a todos los hinchas, amantes y aprobadores del presidente Vizcarra; a aquellos que creen que no es un golpista y que es un buen presidente, a los que consideran que su primer ministro y el resto de su mediocre gabinete son personas valiosas y que están haciendo una buena gestión; a los que consideran que ha hecho un buen manejo de la pandemia y que no ha destruído la economía del país, etc., a que por favor dejen de leer este artículo, porque seguramente va a herir su sensibilidad.
Habiendo hecho la salvedad, esta semana, el 24 de junio precisamente, el presidente Vizcarra en una histriónica presentación, con constitución en mano al estilo de Hugo Chávez o Nicolás Maduro y recordándonos al Alan García de 1987, amenazó con estatizar a las clínicas privadas si no se acordaba una "tarifa social" para los pacientes con COVID-19. Ese día, como se había anunciado, el debía hacer un balance de los 100 días de cuarentena, pero este balance es tan desastroso que nuestro mamarrachento mandatario prefirió actuar como matón para buscar unos puntos de su perdida popularidad.
Por supuesto la captura del delincuente Gregorio Santos el mismo día no ha sido ninguna casualidad.
Cabría preguntarse y seguramente todos tenemos las respuestas, ¿dónde estamos y cómo llegamos aquí? ¿Cómo un pezuñento como Martín Vizcarra llegó a la presidencia? Tan solo para comparar con el período presidencial anterior, mientras el mediocre y corrupto matrimonio Humala estuvo en el poder, nombraba ministros a los viceministros, lo cual ya estaba mal porque se trata de cargos políticos, en este gobierno se nombra como ministros a los directores o subdirectores generales de los ministerios, lo cual es mucho peor. ¿Algún voluntario para ministro que quiera reportarle a Vicente Zeballos?
Por supuesto la captura del delincuente Gregorio Santos el mismo día no ha sido ninguna casualidad.
Cabría preguntarse y seguramente todos tenemos las respuestas, ¿dónde estamos y cómo llegamos aquí? ¿Cómo un pezuñento como Martín Vizcarra llegó a la presidencia? Tan solo para comparar con el período presidencial anterior, mientras el mediocre y corrupto matrimonio Humala estuvo en el poder, nombraba ministros a los viceministros, lo cual ya estaba mal porque se trata de cargos políticos, en este gobierno se nombra como ministros a los directores o subdirectores generales de los ministerios, lo cual es mucho peor. ¿Algún voluntario para ministro que quiera reportarle a Vicente Zeballos?
Son hechos, el Ministerio de Salud (MINSA), en parte gracias a nuestro desastroso proceso de regionalización y descentralización, no tiene capacidad de gerenciar, no tiene poder de compra, siempre ha sido uno de los ministerios más corruptos que puedan existir y hoy, además, al estar en manos de la izquierda, tiene mucha animadversión hacia el sector privado. Según la información oficial, el sector ha gastado menos del 30% del presupuesto asignado a la pandemia. Los números del fracaso están ahí.
Son hechos también el despilfarro que se viene haciendo de los ahorros logrados por todos los peruanos y el buen manejo de la caja fiscal en los últimos 30 años, a través de bonos y subsidios que no llegan a quienes realmente los necesitarían.
Mientras tanto durante todo este período de aislamiento y de "clases a distancia", que seguramente durarán hasta fin de año, ¿qué se ha hecho para refaccionar colegios que se encuentran en pésimas condiciones?
Vemos a países cercanos que en lugar de dilapidar sus recursos de manera irresponsable (valga la redundancia) han tomado medidas como fusionar ministerios para reducir gastos innecesarios y reasignarlos al sector Salud o reducir el IGV o IVA para ayudar a la población. Acá por ejemplo, tenemos un Ministerio de Cultura que durante la pandemia auspicia películas acerca de terroristas como Hugo Blanco y que contrata a porquerías como Richard Swing.
Ojalá los peruanos hayamos aprendido algo de esta pandemia, como que los gobernadores regionales no han estado a la altura, o que no necesitamos más de 1,800 alcaldes distritales, muchos de ellos corruptos. O que ese asunto de la "consulta previa" solo sirve para atrasar al país. Hemos visto lo que ha pasado con la gran informalidad de nuestro país, ¿algún proyecto para solucionar este gran problema? ¿Aló Congreso de la República?
Con suerte, yo tengo mis serias dudas, el próximo año tendremos elecciones para elegir a un nuevo presidente y a un nuevo Congreso. Estas elecciones se darán en un ambiente de miedo y frustración de la población, y lo que es peor y más preocupante, de rechazo hacia la empresa privada porque ahí están el caso Lava Jato, el Club de la Construcción y las arremetidas del gobierno contra los colegios y universidades particulares, las AFP, las farmacias, los distribuidores de oxígeno, recientemente las clínicas y quién sabe quiénes más.
Se que es un imposible pero ojalá el presidente de turno al que nadie eligió y que llegó al poder después de un complot del cual el fue parte, comprenda algún día que la finalidad de su rol es el desarrollo del país, de cada unos de los peruanos y no la popularidad en las encuestas. Se que es más difícil aún que lo entienda, pero para ser líder hay que tener principios y valores.
Será la justicia, si existe, la que se encargue de este bribón y sus secuaces. Eso de "Dios y la patria os lo demande" son huevadas, más aún si el presidente hace jurar a sus ministros en jeans.
Son hechos también el despilfarro que se viene haciendo de los ahorros logrados por todos los peruanos y el buen manejo de la caja fiscal en los últimos 30 años, a través de bonos y subsidios que no llegan a quienes realmente los necesitarían.
Mientras tanto durante todo este período de aislamiento y de "clases a distancia", que seguramente durarán hasta fin de año, ¿qué se ha hecho para refaccionar colegios que se encuentran en pésimas condiciones?
Vemos a países cercanos que en lugar de dilapidar sus recursos de manera irresponsable (valga la redundancia) han tomado medidas como fusionar ministerios para reducir gastos innecesarios y reasignarlos al sector Salud o reducir el IGV o IVA para ayudar a la población. Acá por ejemplo, tenemos un Ministerio de Cultura que durante la pandemia auspicia películas acerca de terroristas como Hugo Blanco y que contrata a porquerías como Richard Swing.
Ojalá los peruanos hayamos aprendido algo de esta pandemia, como que los gobernadores regionales no han estado a la altura, o que no necesitamos más de 1,800 alcaldes distritales, muchos de ellos corruptos. O que ese asunto de la "consulta previa" solo sirve para atrasar al país. Hemos visto lo que ha pasado con la gran informalidad de nuestro país, ¿algún proyecto para solucionar este gran problema? ¿Aló Congreso de la República?
Con suerte, yo tengo mis serias dudas, el próximo año tendremos elecciones para elegir a un nuevo presidente y a un nuevo Congreso. Estas elecciones se darán en un ambiente de miedo y frustración de la población, y lo que es peor y más preocupante, de rechazo hacia la empresa privada porque ahí están el caso Lava Jato, el Club de la Construcción y las arremetidas del gobierno contra los colegios y universidades particulares, las AFP, las farmacias, los distribuidores de oxígeno, recientemente las clínicas y quién sabe quiénes más.
Se que es un imposible pero ojalá el presidente de turno al que nadie eligió y que llegó al poder después de un complot del cual el fue parte, comprenda algún día que la finalidad de su rol es el desarrollo del país, de cada unos de los peruanos y no la popularidad en las encuestas. Se que es más difícil aún que lo entienda, pero para ser líder hay que tener principios y valores.
Será la justicia, si existe, la que se encargue de este bribón y sus secuaces. Eso de "Dios y la patria os lo demande" son huevadas, más aún si el presidente hace jurar a sus ministros en jeans.