CUANDO LA FE Y LA ESPERANZA SE PIERDEN

Siempre escuché que lo último que había que perder en la vida era la fe y la esperanza. Así vi muchas cosas logradas, aunque parecieran imposibles. Ahí estuvo, por ejemplo, la improbable y casi imposible clasificación de nuestra selección de fútbol al mundial de Rusia 2018, que hoy nos puede sonar tan lejana. Hoy, realmente, siento que perdí la fe y la esperanza, ante tanta cochinada, ante tanta porquería, ante tanta delincuencia de gente en posiciones de poder. Siento con dolor y cólera que, en mi querido país, un grupo de bribones, liderados por esa basura, ese traidor a la patria y asesino, el lagarto Martín Vizcarra, nos están llevando a un abismo. Ahí está toda esa mafia, enquistada desde el Poder Ejecutivo con el papanatas de Francisco Sagasti; en el Poder Legislativo (con algunas honrosas excepciones); en el Poder Judicial; en la Junta Nacional de Justicia; en ese muladar en el que se ha convertido el Jurado Nacional de Elecciones, presidido por Jorge Salas Arenas, un ...