SENDERO LUMINOSO EN EL PODER
En segunda vuelta, en un proceso electoral en el cual siempre insistiré que hubo fraude, obtuvo el 34,94% de los votos hábiles, el nivel de representación más bajo de los últimos 30 años.
Lamentablemente, el presidente senderista y sus patrones, el condenado Vladimir Cerrón, el castrismo cubano, Evo Morales, Rafael Correa, Alberto Fernández, Lula da Silva, AMLO, Nicolás Maduro, entre otros, así como sus secuaces Guido Bellido y el vergonzoso gabinete de ministros que ha nombrado, creen que su victoria ha sido una explosión de fragor popular.
Nada más falso. Su victoria fue pírrica, con las justas cumplió con los requisitos para concretarse. Hablar de fraude creo que ya es cosa del pasado, hoy tendríamos que hablar de estafa, por todas las mentiras que dijo el miserable Pedro Castillo tanto en campaña, como en el Mensaje a la Nación del 28 de julio.
El jefe de Estado actúa como si su victoria hubiera sido apoteósica, pues tanto él como sus más cercanos camaradas colaboradores se comportan con una soberbia que no hace tono con su débil situación política. Según Datum, en su última encuesta, el presidente cuenta con un índice de desaprobación de 41% vs. 39% de aprobación, cosa que nunca había visto en un gobierno que recién se estrena. Sin mencionar que su bancada no tiene mayoría en el Congreso y que el nivel de sus representantes es muy pobre, como ha quedado demostrado al perder o ceder la presidencia del Congreso y la presidencia de las comisiones más importantes.
A menos de un mes de haber asumido el poder, Pedro Castillo ya se muestra como un dictador, como un déspota, como un autócrata, como un opresor, como un sátrapa y como un tirano. Cacique es un término que también aplica a sinónimo de todas las definiciones anteriores.
¿Creerse el cuento de que Vladimir Cerrón es el policía malo y Pedro Castillo es el policía bueno? No hay forma. Los dos son marxistas-leninistas-mariateguistas, a lo que agregaría el pensamiento-Gonzalo, es decir, terroristas.
Un presidente que, obviando la transparencia y la rendición de cuentas, despachó sus primeros cinco días fuera del Palacio de Gobierno, dejando de lado lo que manda la ley, aduciendo que este representaba el colonialismo. Ignorancia supina porque el Palacio de Gobierno es republicano y no colonial, y además, porque el nombre Pedro, el apellido Castillo, su sombrero y el idioma que utiliza, son de origen español.
La ignorancia, el atrevimiento y la estrategia del Socialismo del siglo XXI no tiene límites y por eso, puso a Guido Bellido de Primer Ministro: Un indeseable, misógino y homofóbico, investigado por terrorismo, apología del terrorismo y lavado de activos. Y este delincuente puso como ministros a otros indeseables como el guerrillero Héctor Béjar, un peón de Cuba, felizmente ya fuera del gabinete. Un hijo de puta, —con todas sus letras—, que osó insultar a la Marina de Guerra del Perú, a la memoria de don Miguel Grau Seminario, nuestro héroe más grande; al resto de nuestras Fuerzas Armadas, a la Policía Nacional del Perú y a los peruanos en general. Y por supuesto a otros cuestionados como el aún fiscal Juan Carrasco, ministro del Interior, o el ministro de Trabajo Íber Maraví, presuntamente vinculado con el Conare-Movadef, organismo de fachada de Sendero Luminoso, entre otros.
Me quedan las dudas del rol que pueda desempeñar el nuevo canciller, Óscar Maúrtua, de quien tengo las mejores referencias, personales y profesionales. Sin embargo, sirviendo a un gobierno marxista, habría que suponer que tendrá que apoyar a las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
De acuerdo con una información de Consejo Privado Anticorrupción, 66% del total de ministros tienen cuestionamientos, 12 ministros designados tienen problemas legales serios y 42% del total de ministros no tiene experiencia en su sector.
Mientras tanto el dólar trepa por encima de S/ 4,10, algo nunca visto, a pesar de los malabares que pueda hacer el Banco Central de Reserva, hasta ahora a cargo del señor Julio Velarde. Somos un país pollero y el precio del ave ha subido alrededor de 50%, de S/ 6,30 a S/ 9,60. Hace poco se compraba 8 panes por un sol; hoy día son solo 3 panes por un sol y pronto seguramente será a sol el pan. En los mercados ya comienza a verse escasez y acaparamiento.
Hoy, ad portas de la tercera ola de la peste del COVID-19, hacen falta más de 19.000 camas UCI, en un escenario conservador, además de los problemas con las plantas de oxígeno, pero el gobierno decide por el populismo y el clientelismo para regalar un bono de S/ 700 por familia, sin saber a quién se lo entregará.
Está claro entonces, que Castillo, el terrorista que vende la imagen de maestrito rural, bajo un sombrero que debe a oler a grajo y que parece no se saca ni para ir al baño, disfrazado de Evo Morales, es un tremendo fraude y una gran mentira. No nos dejemos engañar.
Este gobierno no ha tenido luna de miel y Castillo ya dilapidó el poco capital político que podía tener. Toca entonces que las fuerzas democráticas en el Poder Legislativo se mantengan unidas y cohesionadas para mantener a raya al Ejecutivo que, qué duda cabe, está manejado por el condenado matón y arrogante Vladimir Cerrón.
Estas fuerzas democráticas en el Congreso deberán jugar sus fichas con muchísimo cuidado para mantener a raya al gobierno y por ahora tendrá que decidir entre tres opciones:
- Buscar la vacancia de Pedro Castillo, por incapacidad moral, para lo cual aún no existen los votos suficientes. Posteriormente hacer lo mismo con la vicepresidenta Dina Boluarte y que se convoque a elecciones presidenciales únicamente.
- Enfrentar al gobierno denegándole la confianza al gabinete Bellido, con los riesgos que esto puede significar, es decir, que el próximo gabinete sea peor aún que este, al cual, si se le vuelve a denegar la confianza, permitiría al gobierno disolver al Congreso y durante cuatro meses, hacer lo que le dé la gana mediante decretos supremos, hasta que se elija al próximo parlamento.
- Utilizar una estrategia de flanqueo e ir interpelando y censurando ministros uno a uno y encarpetando los proyectos que le envía el gobierno mientras este sigue desgastándose, lo que ocurrirá sin duda, aunque siempre con el riesgo de que se haga la cuestión de confianza. Como dijo Napoleón Bonaparte, "Nunca interrumpas a tu enemigo mientras está cometiendo un error".
Si los últimos cinco años estuvieron perdidos por la convulsión política, —no olvidemos que tuvimos cuatro presidentes—, estos cinco por venir, al menos, ya están perdidos, salvo que pueda sacarse al comunismo del poder.
Dios nos ayude e ilumine a las fuerzas democráticas del Congreso para que actúen de manera unificada, dejando de lado los intereses personales y partidarios, pensando solo en nuestro Perú. Estas fuerzas democráticas, además deberán actuar con prudencia, inteligencia y firmeza.
Por último, porque me he extendido, esperemos que pronto aparezca el líder que necesita nuestro país y que verdaderamente nos represente. La calle, las marchas, son importantes, pero quisiera escuchar a ese líder, no a dirigentes políticos que, aunque bien intencionados, hace tiempo cumplieron su ciclo.