SE NECESITA PRESIDENTE



Hace unos días, viendo el programa político que transmite diariamente el periodista y buen amigo Alfonso Baella Herrera, él soltó una frase que me pareció perfecta, en referencia a la manera de proceder del presidente de la República: "Le está quitando el poto a la jeringa", la cual se explica por sí sola.

A pesar de lo claro, consultando sobre esta expresión tan apropiada, encontré la descripción que hizo la señora Martha Hildebrandt en el diario El Comercio hace poco más de un año y que en pocas palabras quiere decir "evadir una responsabilidad o castigo".

Y eso es lo que está demostrando el inepto Pedro Castillo, gracias al voto de ignorantes, de engañados, del fraude perpetrado por el JNE y la ONPE y, obviamente, de los cojudignos, que todos sabemos quiénes son. Por supuesto todos ellos hoy niegan y rechazan haber votado por él.

Hoy lamentablemente, el Perú, a menos de dos meses de que este imbécil haya asumido la presidencia, se va en picada, porque simplemente no hay presidente. El es un don nadie, un miserable, un profesorzuelo de primaria que no aprobó el examen para ser profesor de secundaria, por bruto. Luego se hizo líder sindical comunista, terrorista, dejó de trabajar y el resto de la historia la conocemos.

Por vendido, por barato, él está maniatado y agarrado de las pelotas por quien le financió la campaña con dinero mal habido, el delincuente condenado y mal nacido Vladimir Cerrón, y rodeado de personajes ligados a Sendero Luminoso como su vicepresidenta Dina Boluarte, su primer ministro homofóbico, misógino y terrorista Guido Bellido; el criminal Íber Maraví o esa basura de Guillermo Bermejo, también terrorista, hoy congresista de la República, entre otra mucha porquería.

Nuestro inepto presidente, no gobierna. Y no gobierna porque no tiene la más remota de idea de lo que es gobernar. Quien gobierna es su titiritero Vladimir Cerrón.

Mientras tanto, este "desgobierno" sigue copando los ministerios, viceministerios y dependencias del Estado más importantes como la DINI, Indecopi o Petroperú, con incapaces o prontuariados; sigue sin nombrar a los directores del BCR que le corresponden; se ha lavado las manos con el manejo del cadáver del genocida Abimael Guzmán; regala bonos de manera irresponsable haciendo clientelismo político para su proyecto de cambio de constitución, pretendiendo pasar por encima del Congreso; sigue evadiendo y atacando físicamente a periodistas (lo cual ya se está haciendo costumbre). Y es que el presidente es incapaz de articular una frase coherente o inteligente y prefiere desaparecer tres días para ir a su casa en el caserío de Puña, en Chota, a cantar huaynos, feliz de la vida, evadiendo la gran responsabilidad que tiene sobre los hombros.

Huelgan los comentarios acerca de la vergüenza que este individuo, su esposa y hasta el canciller, que no sabe lo que es un traje o terno y el resto de esa lamentable comitiva, nos está haciendo pasar a los peruanos los últimos días, durante su primer viaje al exterior como presidente de la República.

Tengámoslo claro, la estrategia de los comunistas es hacer a los pobres más pobres, para que cada vez necesiten más al Estado y dependan de él. Lo cierto, lo real, es que el comunismo significa muerte, significa pobreza, significa concentración de poder y sobre todo, significa la pérdida de la libertad, que es lo más preciado que tiene el ser humano.

El Congreso, el mejor que he visto en muchísimos años, afortunadamente está dando la talla y confío en que sabrá poner el equilibrio ante el Poder Ejecutivo.

Sí, debe preocuparnos que estando a poco más de un año de las elecciones regionales y municipales (octubre de 2022) y con algunos partidos políticos históricos dados de baja y obligados a pasar por el proceso de reinscripción, no surja un verdadero líder y menos aún un movimiento que aglutine a las fuerzas democráticas, conservadoras y liberales o de centro y de derecha.

Con el perdón de muchos, seguimos viendo iniciativas individuales o de grupos minoritarios que, unidos, pueden ser uno grande y es el momento de hacerlo.

Ante la gravísima situación y los riesgos que afronta el Perú, ¿Dónde quedó poner al país por delante? ¿Dónde quedó la capacidad de renuncia? ¿Por qué todos estos protagonistas conservadores y liberales, que dicen amar al Perú, no se sientan en una mesa, deponen sus posiciones egoístas y se unen en un solo esfuerzo por la patria?

¡Que Dios nos ayude!

¡Peruanos, compatriotas! El único comunista bueno es el comunista muerto, #VacanciaYa, las condiciones están dadas.

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