¡ESTAMOS JODIDOS!
Si en la vida una persona elige ser profesor de primaria, o "prosor", es válido. Si este mismo individuo, en el corto plazo, decide ser un líder sindical en defensa de los derechos de los maestros, también es válido, siempre y cuando sus actos no afecten la educación de nuestros niños, como ocurrió en el año 2017.
En dicho año, la huelga dirigida por el "prosor" afectó a 1 millón y medio de estudiantes a nivel nacional de la educación pública y fue acatada por 238.536 maestros que no asistieron a dictar clases, lo que representó el 63,42% del magisterio.
El problema empieza cuando este profesor de primaria, líder sindical y agitador social, tal vez bueno o mediocre en esos menesteres, no preparado para otra cosa, decide postular a la presidencia del Perú bajo el manto del partido político Perú Libre, una organización comunista que recoge entre sus miembros y dirigencia a corruptos, terroristas, narcotraficantes e ignorantes, entre otras perlas.
El profesor Castillo, que quede muy claro, el senderista del sombrero luminoso que hoy ocupa el Palacio de Gobierno llegó ahí con solo el 10,8% de los votos hábiles en la primera ronda electoral, o sea, el 89,2% de peruanos no votó por él. En segunda vuelta, en un proceso electoral en el cual siempre insistiré que hubo fraude, obtuvo el 34,94% de los votos hábiles, el nivel de representación más bajo de los últimos 30 años. ¿Legal? El Poder Judicial tendrá que decidirlo. ¿Legítimo? De ninguna manera.
Pedro Castillo, lamentablemente, no se ha dado cuenta, en casi 100 días de gobierno, que él es el jefe de Estado, no el agricultor de Chota, el sindicalista o el agitador. Ni siquiera menciono lo de profesor porque ejerció muy poco tiempo.
De lo que sí nos hemos dado cuenta los peruanos, incluidos muchos de los ingenuos y cojudignos que votaron por él o blanco o nulo, es de que este individuo, es un incapaz para ejercer el cargo de jefe de Estado.
Desde el 28 de julio nuestro país es un caos y un desgobierno total, que parte por el nombramiento de ministros y autoridades con serios cuestionamientos a su capacidad profesional, si no es por antecedentes policiales, sentencias judiciales o investigaciones en curso. Esto ha ocasionado que el dólar, por la desconfianza, haya subido de los S/ 3,84 en que se encontraba en el mes de junio, ya alto por la incertidumbre, hasta llegar a un pico de S/ 4,13 en setiembre. Hoy nos encontramos ligeramente por debajo de los S/ 4.00.
Esta alza del precio del dólar indefectiblemente afecta a los más pobres, pues incide directamente en el incremento de productos como el pan, el pollo, el gas, la gasolina, el transporte, etc.
El desgobierno, producto de la incapacidad de Castillo, ha generado también la fuga de miles de millones de dólares de capitales peruanos y extranjeros, la rebaja de nuestra calificación crediticia por parte de las principales clasificadoras de riesgo, la suspensión de actividades de muchas empresas mineras y lotes petroleros debido al incremento de actos violentos y terroristas que obviamente promueve este gobierno y que se demuestran en la inacción e ineptitud del Ministerio del Interior, que no hace nada para proteger la seguridad de la propiedad privada y de los ciudadanos, pero si permite la fuga de cinco delincuentes de la banda "Los Dinámicos del Centro" que preside el indeseable condenado Vladimir Cerrón.
Entre otros desastres...
Mientras tanto, el "prosor" mantiene los colegios cerrados, mantiene a los cuestionadísimos e impresentables ministros como Luis Barranzuela, del Interior; Carlos Gallardo, de Educación; Bettsy Chávez, de Trabajo y Promoción del Empleo; Juan Francisco Silva, de Transportes y Comunicaciones; Gisela Ortiz, ministra de Cultura, e incluso al embajador Óscar Maúrtua, quien decidió destruir su carrera diplomática, al promover al cuestionado e investigado Richard Rojas como embajador en Venezuela: Una afrenta y un insulto a nuestra prestigiada Cancillería.
Mientras tanto, el "prosor" mantiene los colegios cerrados, mantiene a los cuestionadísimos e impresentables ministros como Luis Barranzuela, del Interior; Carlos Gallardo, de Educación; Bettsy Chávez, de Trabajo y Promoción del Empleo; Juan Francisco Silva, de Transportes y Comunicaciones; Gisela Ortiz, ministra de Cultura, e incluso al embajador Óscar Maúrtua, quien decidió destruir su carrera diplomática, al promover al cuestionado e investigado Richard Rojas como embajador en Venezuela: Una afrenta y un insulto a nuestra prestigiada Cancillería.
Mientras tanto también, el presidente habla de "estatizar o nacionalizar" Camisea, jalándole la alfombra a su primera ministra que aún no ha obtenido la confianza del Congreso, prioriza un viaje a Bolivia para reunirse con narcotraficantes —porque eso es el gobierno del vecino país— antes que ir a la COP26 en Glasgow, demostrando su desinterés o ignorancia acerca del problema climático; su ministro de Economía, el resentido social al que le “pica el ojo” y le “hinca el hígado” cuando ve en la calle vehículos de 200 mil dólares, pide facultades legislativas en materias tributaria y fiscal y el ministro del Interior hace fiestecitas en su casa por el Día de la Canción Criolla.
Estamos jodidos. #VacanciaYa
Estamos jodidos. #VacanciaYa
Juan Carlos Suttor