EL NO TAN LAMENTABLE FIN DE LAS BAMBAS



Al momento de empezar a escribir este artículo pensaba hacerlo acerca de la coyuntura política y los escándalos que surgen alrededor del delincuente Pedro Castillo, no cada día, sino casi varias veces al día pero que, tal vez, cuando lo quiera publicar, pueda ser noticia de ayer, ante una probable renuncia que cambiaría todo el espectro político o lo que sea.

Escribiré entonces acerca del cese de operaciones de Las Bambas, hecho que, en el fondo, no me produce pena y explicaré por qué.

Como sabemos, la minera MMG Ltd, una unidad de la empresa estatal China Minmetals Corp, anunció el último viernes que suspenderá la producción de cobre de su mina Las Bambas, una de las 10 más grandes del mundo, que se ubica en la región Apurímac, a mediados de este mes de diciembre. La minera ha tomado esta acertada decisión empresarial debido al continuo bloqueo de vías de la comunidad de Chumbivilcas, ubicada a 200 Km de la operación minera, en Cusco, fuera del área de influencia de la mina (la distancia de Lima a Chincha), que demanda acuerdos comerciales con la compañía minera.

Las Bambas produce 400.000 toneladas de cobre al año, 15,6% de la producción total de cobre en el Perú, alrededor del 2% del cobre mundial aproximadamente, 1% de nuestro PBI . Aportó alrededor del 69% de los ingresos de MMG en 2020, sin embargo, la compañía señaló que su producción en el 2021 estaría en el extremo inferior de su previsión de entre 310.00 y 330.000 toneladas.

Según el gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón Núñez,  el cese de operaciones de Las Bambas generaría un perjuicio económico para su región de S/ 1,5 millones de regalías contractuales por día, misma que es distribuida entre GORE y municipalidades. ¡Qué pena! ¿Alguien lo oyó alguna vez defender la importancia de La Bambas para su región?

Cerca de 8.000 trabajadores y proveedores se verán afectados y esto sí que me apena.


Hay pedidos tan absurdos de estos comuneros holgazanes, que los dirigentes del Fudich (Frente Único de los Intereses de Chumbivilcas), como que exigen de manera absurda y estúpida que la empresa de la comunidad obtenga el servicio de alquiler del 20% de todo el transporte de Las Bambas. El número es de 75 camiones encapsulados y 50 camionetas. No solo eso, además exigen que cada unidad de camiones encapsulados les deje una ganancia anual de 2 millones de soles.

Si bien el detonante para el cese de operaciones ha sido ocasionado por los cusqueños, los apurimeños se la tienen bien merecida y serán los primeros perjudicados, por los más de  400 días de bloqueos que hicieron en el corredor minero desde el inicio de la operación minera.

Es cierto también que el Estado Peruano ha demostrado durante años su absoluta incapacidad para manejar  conflictos socioambientales, cuya prolongación en el tiempo termina por empujar a las empresas mineras a suspender operaciones y en algunos casos, a ni siquiera iniciarlas. El Estado Peruano también  se ha mostrado siempre permisivo con los bloqueos de vías, lo cual está penado por ley. Es una incapacidad que nos cuesta millones a todos.

La situación  se agrava con mensajes como los enviados por la loba disfrazada de cordero, la hasta hoy presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, que hace dos semanas prometió a representantes de las provincias de Parinacochas, Lucanas y Páucar del Sara Sara, en Ayacucho, que no habría “ninguna ampliación más” para cuatro unidades mineras sin consultarlo con las empresas implicadas. Días después, como todos sabemos, el Ejecutivo tuvo que recular, aunque sabemos cuál es el espíritu.

Y por supuesto,  la cereza de la torta es lo que todos sabemos y es que en el sur de Ayacucho, Moquegua, Tacna, Arequipa, Puno, Cusco y Apurímac abundan, cuales cucarachas, abogados y asesores de ONGs que, ante la ausencia del Estado y los propios intereses personales de líderes, son expertos en generar conflictos sociales y ahí están Conga, Tía María, Las Bambas, entre otros.

Entonces, bien por el cese de operaciones de Las Bambas, para que los apurimeños y el gobierno se den cuenta de su estupidez. Menos bienestar y desarrollo para la región Apurímac y menor recaudación de impuestos para el gobierno, lo cual, como todos sabemos, afecta a los más pobres.

Ojalá otras operaciones mineras como Antamina, Yanacocha, Cerro Verde, Toquepala, etc., también suspendieran sus operaciones para que se sepa quién  tiene la sartén por el mango y quiénes se perjudican.

Y si queremos eliminar a este gobierno de corruptos e incompetentes, también deberían suspender sus operaciones los bancos, las empresas de transporte aéreo y terrestre, las cadenas de supermercados y farmacias, las avícolas, las pesqueras, entre otros. En cinco días se cae el gobierno.

Escrito por Juan Carlos Suttor

Entradas más populares de este blog

EN UN PAÍS LLENO DE CHICHARRONES

¡AY! UNA MÁS DE LOS CAVIARES

LO QUE NOS ESPERA EL 2025