¿CUÁNTO TIEMPO LE QUEDA A PEDRO CASTILLO?



El Perú vive desde hace poco más de siete meses una coyuntura tremendamente compleja. La punta del iceberg, sin duda, se llama Pedro Castillo, un incompetente comprobado que ha reconocido ante la prensa internacional que no fue preparado para ser presidente, lo que de por sí, constituye un acto de incapacidad moral, al haber mentido a sus electores y por lo cual tendría que ser vacado ipso facto.

Solo un incapaz podría hacer tal aseveración, ya que, en tiempos recientes, solo Fernando Belaúnde, Alberto Fujimori y Alan García, en sus segundos períodos, podrían haber dicho que estaban preparados. Pero Castillo lo hizo ante la prensa internacional.

Para ser presidente se requiere, entre muchas cosas, educación, conocimiento de la historia del país, conocimiento de la realidad nacional, preparación profesional, experiencia de trabajo, tener una visión de estadista y, sobre todo, liderazgo. Este individuo, que ni siquiera domina el idioma español, no cumple con ningún requisito.

Un poco más abajo, en este iceberg de corrupción, ineptitud y traición, se encuentran su familia y sus más cercanos colaboradores y asesores: Es el grupo de Sarratea. Ahí están el delincuente Vladimir Cerrón y su banda "Los Dinámicos del Centro", Evo Morales, los sobrinos, tanto por su lado como el de la esposa, quien nadie recuerda cómo se llama, o aspirantes a colaboración eficaz como su exsecretario Bruno Pacheco o la lobista  Karelim López, además de cochinos empresarios. En este grupo debemos incluir, sin duda, al sinvergüenza de Daniel Salaverry.

Luego vienen sus primeros ministros (cuatro en menos de siete meses), cada uno peor que el otro. Guido (Puka) Bellido, acusado de apología del terrorismo; Mirtha Vásquez, una roja anti-minería; Héctor Valer, un impresentable denunciado por su hija por agresión física y Aníbal Torres, un oportunista, irresponsable, sociópata, incontinente verbal y senil —con el respeto que me merecen las personas mayores— que no tiene ni la energía ni la vitalidad que debe tener un primer ministro y que más está para regar las plantitas de su jardín y cuidar a sus bisnietos. No le auguro mucho tiempo en el cargo.

Muy cerca de estos incapaces, está la gran mayoría de ministros, viceministros, directores generales, presidentes ejecutivos de empresas e instituciones públicas como Petroperú, Essalud o Devida, nombrados durante este gobierno y que destacan por sus prontuarios o cercanía al narcotráfico y no por sus currículums.

En medio de este estiércol en el que se ha convertido la política peruana, se mueven, de acuerdo con sus intereses, la mayoría de nuestros congresistas. Ahí están "Los Niños" de Acción Popular y de otros partidos, que de niños no tienen nada y sí, mucho de delincuentes,

Y en el otro extremo de este iceberg, en las profundidades, ya en una zona muy oscura, encontraremos al JNE, a la ONPE, a la JNJ, al Ministerio Público, al Poder Judicial y a la Policía Nacional del Perú, instituciones, todas ellas, inoperantes y corruptas.

Mientras tanto, los peruanos honestos, los que nos oponemos al comunismo, a la caviarada que tanto daño hace y a este gobierno corrupto e inepto, vemos impávidos, impotentes, cómo cada día se viene destruyendo a nuestro querido país, Las instituciones del Estado vienen siendo copadas por comunistas mientras las empresas calificadoras de riesgo, una a una, vienen bajándonos el grado de inversión, lo cual como sabemos, afecta a los más pobres.

Del Congreso no podemos esperar mucho más, ya sabemos de qué cuero están hechos la mayoría de nuestros legisladores. Sí, llama poderosamente la atención la pasividad y silencio de los gremios empresariales como CONFIEP, SNI y ADEX, entre otros, que antes hacían sentir su voz fuerte y clara.

¿Qué puede pasar? La renuncia de Castillo es improbable, pues para ello se requiere dignidad. Para la vacancia por incapacidad moral —plenamente justificada— no existen los votos necesarios, gracias a AP y APP. Quedaría entonces el camino de la denuncia por traición a la patria, presentada por un grupo de abogados encabezados por Lourdes Flores Nano y que se encuentra en curso en el Congreso.

¿La calle? Con el respeto que me merecen quienes acuden a estas marchas pacíficas, sin un líder reconocido, dudo que tengan algún efecto, salvo que tengan a su Inti y a su Brian.

Qué gran vigencia tiene la frase expresada el 8 de agosto de 1990 por Juan Carlos Hurtado Miller, en ese entonces presidente del Consejo de Ministros y ministro de Economía del recién inaugurado gobierno de Alberto Fujimori, ¡Que Dios nos ayude!

#VacanciaYa #RenunciaYa
#IncapazMoral

Escrito por Juan Carlos Suttor
Director de la Asociación Iberoamericana para el Desarrollo, Libertad y Democracia
AIDLD

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