LA LIGA CONTRA EL CÁNCER Y LA BUROCRACIA DEL MINSA
Como muchos saben, La
Liga Contra el Cáncer (antes llamada “Liga Peruana de Lucha Contra el Cáncer”) es una institución histórica que fue creada el 12 de noviembre de 1950 por un grupo de médicos peruanos. Su
principal objetivo era y sigue siendo, crear una cultura de prevención en nuestra sociedad.
En la década del 50 esta enfermedad era la tercera causa de muerte en el Perú. En la actualidad es la segunda porque el COVID-19 sigue siendo la primera. Antes, el cáncer era la primera y sin duda en algún momento volverá a serlo. Durante sus primeros años de actividad, la Liga recorrió barrios, colegios y parroquias buscando sensibilizar a la población sobre esta enfermedad.
En 1952 el grupo de Damas Voluntarias inició su labor educativa y de difusión sobre el cáncer. Ellas visitaban a los enfermos hospitalizados para dar soporte emocional. Entre ellas estuvo la señora Isabel Ferreyros de Miró Quesada, considerada la pionera en el voluntariado del país. Con mucho orgullo debo mencionar también a mi suegra, la señora Elvira Izquierdo viuda de Calderón, quien fue voluntaria en el INEN (Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas) por casi 30 años, hasta sus 86 años.
La misión de la Liga es la lucha contra el cáncer en todas las modalidades conocidas o que en el futuro se conozcan, a través de la investigación, la educación, la defensa y el servicio. Su visión es eliminar el cáncer como un problema de salud importante, previniéndolo, detectándolo tempranamente y disminuyendo el sufrimiento que causa.
La Liga cuenta con dos centros de detección temprana en Lima y desarrolla su actividad en todo el Perú gracias a sus 8 filiales a nivel nacional. Atiende a un promedio de 150 mil personas al año.
Según las normas establecidas por el MINSA (Ministerio de Salud), cada tres años los locales de atención de la Liga Contra el Cáncer deben pedir la renovación de su categoría a través de la DIRIS (Dirección de Redes Integradas de Salud). El 2020 correspondía hacerlo a la sede principal de la avenida Brasil 2746, Pueblo Libre.
Sucede que en marzo de 2020 todo trámite público se suspendió por la pandemia. Las instituciones públicas extendieron los plazos de vencimiento y los procedimientos administrativos se paralizaron indefinidamente. Nunca hubo comunicación oficial, el local de la DIRIS estaba cerrado y las veces en que se encontró abierto, indicaron que todos los trámites administrativos quedaban en stand by porque la prioridad era el COVID-19. El plazo de renovación venció el 27 de marzo de 2020.
Por hacer el cuento corto, porque son muchos los detalles acerca de la burocracia del MIINSA, a través de la DIRIS, comentaré que recién en enero de 2021 se pudo solicitar la renovación de categorización de la Sede Pueblo Libre, adjuntando la documentación pertinente para la categoría II E–Clínica de Atención Especializada en cirugía ambulatoria y/o de corta estancia.
La DIRIS y por lo tanto, el MINSA, recién dieron la cara el 30 de abril, más de tres meses después de la presentación de la solicitud, y a partir de ello ha sido una letanía de observaciones, plazos perentorios, presentación de documentos, decenas de miles de soles gastados para subsanar las pretendidas observaciones —que podrían haber sido utilizados en la misión de la Liga, que es la prevención del cáncer—, pérdida de documentos que debieron ser reenviados y hasta cambio de equipo evaluador, que sigue retrasando una renovación rutinaria.
¿Es que para el MINSA y su ministro del agua arracimada la prevención del cáncer no es importante?
Como mencionó el congresista Carlos Anderson a PBO Radio recientemente, lo cual suscribo al 100%, "El MINSA está retrasando sospechosamente la recategorización de la sede principal de la Liga Contra el Cáncer, institución que tiene 71 años previniendo y detectando tempranamente dicha enfermedad. Parece que "Agüita arracimada" quiere barrer con el esfuerzo privado por los más pobres. Ojalá que este 16 de marzo día en que será interpelado, responda por qué retrasa esa necesidad de la institución que da auxilio a miles de peruanos".
La Liga del Cáncer no merece este maltrato por parte de las autoridades de salud, menos aun cuando ellos siempre han trabajado de la mano con diversos ministerios, gobiernos regionales y gobiernos locales en campañas sociales y gratuitas para la comunidad, con el fin de seguir salvando vidas. Actualmente están trabajando con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones en una campaña que vienen realizando con la ATU, también están trabajando con el Ministerio del Medio Ambiente a través de una campaña con SENAMHI y con el Ministerio de Salud en campañas de protección solar, campañas de verano para poder promover estilos de vidas saludables.
Es importante mencionar que esta importante institución está afiliada a la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y a la Asociación Latina e Ibérica Contra el Cáncer, ALICC y trabaja asociada a la American Cancer Society (ACS).
En el año 2009 ha sido reconocida por el estado peruano con la Orden El Sol del Perú, en el Grado de Gran Oficial, por su desinteresada labor de lucha contra el cáncer, su prevención y preocupación por la disminución del sufrimiento de las personas que la padecen. El año 2010 recibió el prestigioso premio Clarence H. Moore, al ser la organización de voluntariado que más ha aportado a la salud en todas las Américas, por la PAHEF de la Organización Panamericana de la Salud (OPS / PAHEF).
Creo que los peruanos, lamentablemente, tenemos muy poca capacidad de indignación. Fácilmente aceptamos y nos acostumbramos a, por ejemplo, la falta de pasaportes, DNI o licencias de conducir, entre muchos otros. Ojalá usted, estimado lector, quien, como yo, perdió a su padre, seres queridos y a muchos amigos por esta enfermedad, sienta mucha indignación ante esta atrocidad que está cometiendo el MINSA contra una institución histórica y ejemplar como es la Liga Contra el Cáncer.
Escrito por Juan Carlos Suttor
Director de la Asociación Iberoamericana para el Desarrollo, Libertad y Democracia
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